No hay ejercicio de opinión pública, llámese encuesta, sondeo o simulacro de elección, donde el candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, no aparezca por encima de sus contrincantes a partir del “viernes negro” de Enrique Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana.
Sucede en Tamaulipas y en otras regiones del país, donde el fenómeno AMLO en su versión 2012 causará estragos y moverá las estadísticas, algo inimaginable que iba a suceder hace unas cuantas semanas.
En esta edición publicamos los resultados de un simulacro de elección realizado en universidades de Matamoros y Reynosa, donde López Obrador supera contundentemente a sus dos principales adversarios. ¡Aguas! Parece que tanto el PAN como el PRI minimizan este fenómeno y sus operadores pecan de optimismo.
López Obrador va creciendo en las preferencias electorales, catapultado por la juventud estudiantil de México que despertó cuando faltaban menos de dos meses para los comicios. Sin embargo la pregunta que todos se hacen: ¿esta tendencia a la alza será suficiente para ganar?
Para empeorar el ambiente rumbo al primero de julio próximo, los spots del PAN y PRI contra el tabasqueño arreciaron en los espacios reservados por el IFE, violando las reglas del juego limpio que tanto se había pregonado para que no sucediera lo mismo que hace seis años.
A su vez, el candidato de los partidos de izquierda (PRD, PT y Movimiento Ciudadano) a la presidencia de la República anticipó que ya se prepara un fraude electoral como el que, supuestamente, sucedió en 2006 cuando perdió frente al panista Felipe Calderón Hinojosa.
Y en esa situación gran culpa la tiene el Instituto Federal Electoral al haber permitido porquería televisiva desde el comienzo de las campañas, cuando aceptó los spots de la albiazul, Josefina Vázquez Mota, donde se tacha de “mentiroso” a Peña Nieto por, al parecer, haber incumplido compromisos firmados ante notario público cuando fue gobernador del Estado de México.
Lo único cierto en todo este relajo, y lo que viene peor, es que López Obrador va subiendo en las preferencias, como lo reflejó a nivel regional una encuesta realizada por Hora Cero Nuevo León y que se levantó entre el 27 y 29 de mayo pasado.
En esta encuesta de Hora Cero quedó al descubierto que junio será el mes más largo para Peña Nieto y para el PRI, pues pocos se imaginaban que en Nuevo León y en otras entidades del país las simpatías a favor de AMLO iban a crecer de un mes a otro de manera preocupante para sus adversarios.
Que en Monterrey, donde la alcaldía la tiene casi asegurada la panista Margarita Arellanes con 54 puntos, López Obrador esté en un “empate técnico” con Peña Nieto y con Josefina Vázquez Mota, es el reflejo que los jóvenes prefieren la oferta del tabasqueño que 70 años del PRI y 12 años del PAN en la presidencia.
Con 29.8 por ciento de intención de votos para la candidata del PAN, y un empate en 27.4 por ciento de Peña Nieto y López Obrador, la capital de Nuevo León se está “enamorando” de un hombre que buscó ser presidente hace seis años y se convirtió en un símbolo con una imagen de un político que vende esperanzas para los jóvenes.
En el Estado los mismos simpatizantes del PAN ya empiezan a abandonar la causa de Josefina, reflejándose en el voto cruzado. Es decir, un gran porcentaje de los encuestados cruzan la opción AMLO, para luego preferir a los candidatos del PRI o PAN al Senado y a las alcaldías.
Los mismos panistas ya están resignados de que su candidata se ha desinflado como jamás lo imaginaron. Y se nota en los bastiones albiazules de San Nicolás, Santa Catarina y San Pedro, donde López Obrador subió más de 10 puntos en comparación con el mes anterior.
En la encuesta de Hora Cero el candidato de las izquierdas se dio el lujo de no solamente quedar en “empate técnico” en Monterrey, sino que por primera vez saió primero en un municipio metropolitano como es Santa Catarina, gobernado por el PAN y donde el candidato a la alcaldía de este partido, encabeza las preferencias.
Donde Acción Nacional se ha desplomado es en Guadalupe, el segundo municipio con mayor número de electores de la metrópoli, ya que el candidato del PRI a la alcaldía,
César Garza Villarreal, va en primer lugar con amplio margen, y AMLO creció casi 10 puntos.
En la capital de Monterrey el candidato a la alcaldía de la alianza PRI-Verde, Felipe Enríquez –por cierto compadre de Peña Nieto–, rendirá muy malas cuentas al abanderado presidencial, pues su estrategia no ha sido comprada por los electores, quienes voltearon a ver a la albiazul, Margarita Arellanes, y sólo un desastre haría perder la Sultana del Norte al PAN.
Además, el candidato presidencial de la izquierda está arrasando en los simulacros de elección que varias universidades han realizado después de la primera manifestación anti Peña Nieto de la Ibero, entre ellas la Universidad Nacional Autónoma de México donde el porcentaje de preferencia fue altísimo: 85.9 por ciento.
Si bien el candidato del PRI-Verde sigue arriba en las encuestas, se ha detectado que el tabasqueño ya rebasó a Vázquez Mota, que tiene en su contra la guerra fracasada que comenzó el ejecutivo nacional contra el crimen, con miles de desaparecidos y más de 50 mil muertos.
Otra duda es si la preferencia de los jóvenes por AMLO se va a traducir en votos efectivos el primero de julio, porque en México el abstencionismo no es un dato para presumir cuando se compara con los países europeos.
Los chavos y chavas universitarios, como lo fuimos muchos mexicanos que tuvimos la fortuna de cursar una carrera superior, se desvelan los sábados en los antros, se pasan de copas y el domingo lo menos que quieren es ir a hacer una fila enorme en la casilla, con un calor de verano de más de 40 grados, y los estragos del alcohol.
Esa será una de las preocupaciones que debe tener desde ya López Obrador. Que ahora quienes le han demostrado sus simpatías en todo el país, salgan a votar y que no se queden en buenas intenciones las manifestaciones anti Peña Nieto.
Porque el PRI no se va a dejar cuando está cerca de regresar a Los Pinos. Sus operadores saben aceitar la maquinaria y ponerla a funcionar; abren las llamadas “casas amigas” con apetitosos platillos a base de huevos con chorizo, tamales y barbacoa para que sus adeptos voten con sus barrigas llenas.
Ese no es un delito electoral, no está tipificado por la Fepade. Y si en la guerra y en el amor todo se vale, cuanto más si se trata de ganar la presidencia de México.