
En el umbral de un nuevo año, me vienen a la memoria las cenas de noche vieja de mi infancia, cuando mi madre rezaba la oración para fin de año. La primera frase que sigue resonando en mi memoria, es una pregunta que cobra dimensión en la vida adulta: “¿Qué me traerá el año que empieza?” La respuesta, sencilla y profunda, es la misma que siempre: “Lo que Tú quieras, Señor”.
Pero la realidad es que, en este 2025, la respuesta a esa pregunta es más compleja. De entrada, el aumento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios nos ha recibido con un 4.5% más en productos como gasolinas, refrescos y cigarros. Al momento de escribir esta columna, el dólar se cotiza a 21 pesos, y según las redes sociales, el aumento en la despensa es significativo.
También en el primer minuto de este 2025, entró en vigor la reforma constitucional que amplía el catálogo de delitos por los cuales se aplicará la prisión preventiva oficiosa. Esta medida ha generado un debate intenso en la sociedad mexicana, con algunos argumentando que es necesaria para combatir la delincuencia, mientras que otros la ven como una amenaza a las libertades individuales.
Y como si le faltara algo a este enero, el 20 para ser exactos, Donald Trump tomará posesión como presidente de Estados Unidos por segunda ocasión. Su mayoría aplastante en las cámaras puede generar incertidumbre para México, especialmente en temas como el comercio y la migración.
Otro tema importante es la elección de los representantes del poder judicial vía elección popular, lo que convertirá a México en el único país en el mundo que elegirá a sus representantes de esta manera. En febrero, se publicará el listado final de los participantes previamente seleccionados por los comités integrados en el Poder Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
En resumen, el 2025 presenta un panorama convulso, con desafíos económicos, políticos y sociales que debemos enfrentar. Pero también es un momento de oportunidades, para reflexionar sobre nuestros valores y prioridades, y para trabajar juntos para construir un futuro mejor para todos.
Mientras tanto, no nos queda otra más que observar qué va pasando y documentar un poco de esa historia en unas cuantas líneas.