Estaba un día El Apuntador checando las últimas novedades de la competencia hípica de Las Vegas y el Campeonato Mundial de Ajedrez, cuando un amigo le mandó un mensaje para preguntarle si ya había visto la preocupante falta de notas que ha generado que casi cualquier cosa se publique como un hecho importante.
Porque no están para saberlo, pero el columnista sí para contarlo, porque todavía no terminan las burlas de un sector de la prensa de Tamaulipas por las típicas notas que salen cuando hace frío y en las que se reportan hechos tan “trascendentales” como el incremento en la venta de pan dulce, o caldo de res apenas bajan las temperaturas.
Sin embargo, El Editor de Tamaulipas acaba de decirles a todas esas publicaciones “quítense que ahí les voy”, al publicar la relevante noticia de que la cadena comercial City Club abriría la primera de sus tiendas en Ciudad Victoria.
Quién sabe qué clase de rancho han de creer los responsables de El Editor de Tamaulipas que es Ciudad Victoria, pero creer que la apertura de un supermercado es una nota de importancia es caer en un nivel muy bajo.
Pero quién sabe, a lo mejor ese día realmente no había sucedido nada digno por reportar, por lo que los encargados de El Editor de Tamaulipas creyeron que la llegada de City Club era algo que a sus lectores les iba a interesar.
Cambiando de canal y pasando a nuestra gustada sección “cuando la perra es brava” o, como también es conocida “acá también se cuecen habas”, el coscorrón de la quincena va para José Luis Montemayor, uno de nuestros editores.
Resulta que el pasado 3 de febrero el compañero se topó en las redes sociales con el video de un intento de asalto en contra del conductor de una camioneta, mismo que había sucedido en un periférico.
Desgraciadamente el compañero José Luis tuvo un lapsus donde no cayó en cuenta que hay miles de periféricos en el mundo, por lo que dio por hecho que se trataba del periférico de la Ciudad de México por lo que subió el video a las redes sociales de Hora Cero.
La publicación fue compartida más de 700 veces desde el 2 de febrero de 2022, con la afirmación de que el hecho ocurrió en la avenida de Ciudad de México, algo que días después fue desmentido ni más ni menos que por AFP Factual, el sitio de corroboración de datos de la prestigiada agencia de noticias internacional.
Cumpliendo con su chamba, los verificadores de la agencia realizaron una serie de Pesquisas en redes sociales que mostraron que un usuario publicó el pasado 2 de febrero la misma grabación en Twitter, aunque luego corrigió y señaló que el suceso había ocurrido en Chile y no en México.
Ooobviamente AFP Factual no tuvo empacho en publicar el error que apareció en las redes sociales de Hora Cero y que pudo haberse evitado si el compañero José Luis hubiera hecho una sencilla labor de verificación antes de tirarse como gato al bofe dando por hecho que el video era en tierras aztecas.
En otros asuntos vale la pena mencionar el escándalo que se está generando en un sector de la prensa por la pasada derrota del equipo de Rayados del llamado Mundial de Clubes.
Explotando la enajenación que produce en muchas personas el futbol (al igual que muchas otras actividades, no se confundan), machacan la herida sangrante que existe en la mente de algunos hinchas porque su equipo no pudo trascender este Mundialito.
Desde sus tribunas, los merolicos de Multimedios, TV Azteca, Televisa, y el resto de los medios deportivos, acusan a la directiva, jugadores y equipo técnico de Rayados de haber “traicionado” a su afición, de despreciar “el enorme esfuerzo” que estas personas hacen comprando camisetas, suscripciones a televisión de paga e, incluso, un viaje a los Emiratos Árabes.
Aquí vale la pena una reflexión que es pertinente y que tiene más verdad que muchas de las tonterías que están diciendo los “chicharroneros”.
Cada quien es libre de gastarse su dinero en lo que le dé la gana, es cierto, sin embargo, en el caso de aquellos que hicieron el titánico viaje a Abu Dabi ¿por qué asumen que Rayados tiene la obligación de ganar esta Copa nada más porque ellos se endeudaron -quizás de por vida- para acudir a verlos jugar en el extranjero?
Parece que olvidan que en el deporte alguien gana y alguien pierde, y el hecho de que ellos hayan sido lo suficientemente pen… santes para erogar más de 130 mil pesos persiguiendo a un equipo, no les da el derecho de exigirle campeonatos, explicaciones o un perdón a Rayados.
Lo mismo aplica para quien se quedó en México y gastó miles de pesos en comprar la camiseta conmemorativa, la suscripción a la televisión de paga y organizar la carne asada mañanera para presenciar el encuentro.
Da risa pensar que estas personas ahora quieran algún tipo de retribución por parte del club Monterrey.
El problema es que la prensa “chicharronera” está explotando esta frustración, la enardece convenciendo al hincha que sí, Javier Aguirre tiene que renunciar y exiliarse en un pozo sin fondo, además de que toda la plantilla de jugadores debe de ir de rodillas, casa por casa, suplicando perdón por no haber llegado más lejos en la justa.
Lo que no ven es que la fogata con la que están alumbrando su vanidad se está saliendo de control, y está a nada de convertirse en un incendio forestal.
Las fotografías de las hieleras con las imágenes de las cabezas de directivos de Rayados afuera del hotel de concentración del equipo ya le dieron la vuelta al mundo, como una clara señal de que lo más horrible de la sociedad mexicana ya penetró al futbol.
Y ahora sí, va la gustada pregunta de la quincena: ¿Ya dieron por perdidas las facturas que no les han pagado Los Pacos?
