Rolsalba Terán de Robinson, quien fue esposa de uno de los más grandes deportistas que ha tenido Reynosa, manifiesta estar muy emocionada por la decisión que tomaron los regidores locales el pasado 20 de noviembre en nombrar la alberca Olímpica “Pepe Robinson”.
La también oficial primera del Registro Civil y quien radica en la localidad desde hace casi tres décadas, menciona lo que para ella y la familia significa esta distinción en honor a su marido fallecido en el año de 1996.
“Nos da un gran gusto a toda la familia, lo hemos comentado y le agradecemos mucho al presidente municipal, José Elías Leal; al Cabildo de Reynosa por este reconocimiento. Mencionábamos en su momento que los méritos suficientes los tenía mi esposo Pepe Robinson González, que en paz descanse, para llevar el nombre de la alberca olímpica de esta ciudad, siendo él originario de Reynosa y que se dedicó precisamente a cuestiones inherentes a la natación y los clavados.
“Nos da mucho gusto, mucho orgullo, para toda su familia, sus dos hijos, sus hermanos, los sobrinos, los nietos, todos los amigos que también apoyaron esta petición al cabildo y mi grandísimo agradecimiento al alcalde, así como a la familia que estuvo apoyándonos también para que se lograra esto. Nos sentimos muy emocionados, muy contentos y felices”, menciona categórica.
MOTIVAR Y RECORDAR LEGADO
Y es que a final de cuentas las nuevas generaciones conocerán más acerca de un hombre que pasó gran parte de su vida entrenando en una alberca.
“Claro, eso es muy importante para los jóvenes. Yo he estado viendo en la televisión reconocimientos que hizo el presidente municipal a muchachos que se enfocaron en practicar diferentes deportes y quienes han logrado un lugar distinguido en el Estado y a nivel de la República cuando han podido competir.
“Eso es muy importante, infundirles que sea como un ejemplo para las generaciones que están ahorita en edad de competir. Sacar toda la casta y las facultades que Dios nos dio a cada quién, hacerlas crecer, para que vivamos en un Reynosa más tranquilo, más feliz, que vuelva a ser lo que era antes nuestra ciudad y todo nuestro país”, destaca.
Rosalba Terán de Robinson sugiere que la juventud de Reynosa debe acceder a actividades positivas para que se desarrolle en el aspecto humano y el deporte.
“Eso es muy importante, el ejemplo y vean hasta donde pueden llegar, porque cada quién puede llegar hasta donde quiera poniéndole interés, voluntad, disciplina, eso es lo importante del deporte, la disciplina que nos trae. Y el deseo de competir en buena forma, no echar a perder las cosas, sino tratar de ser mejor cada día”, señala.
COMPITIO EN LA ELITE MUNDIAL
Cabe destacar que José de Jesús Robinson González fue un clavadista profesional que participó en los Juegos Olímpicos de Tokio, Japón, en 1964; México 1968 y Munich, Alemania, en 1972. De los tres alcanzó su mejor puesto en territorio nacional con un cuarto lugar.
Además compitió en tres Ediciones de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, siendo primer lugar en la categoría de los tres y 10 metros.
Asimismo en los Juegos Panamericanos, en campeonatos nacionales y otras competencias internacionales donde también logró varios triunfos.
Por ello, el hecho de que la alberca olímpica de Reynosa lleve su nombre, su familia considera que los niños que acudan a entrenar preguntarán quién era Pepe Robinson, y sabrán que fue un gran clavadista y olímpico mexicano, que se codeó con personalidades de este deporte, como Felipe “El Tibio” Muñoz.
“El estuvo en tres Olimpiadas. El profesor Ernesto Lucio fue su primer maestro que le enseñaba. Y luego Pepe me platicaba que su papá lo llevaba a una alberquita que está en Hidalgo, Texas, a nadar.
“Y cuando inauguraron la alberca del Casino Petrolero, que vino Joaquín Capilla (quien también ha sido de los mejores clavadista en la historia nacional) y entonces él le pidió a su papá que lo acercara y le dijera que él se quería ir para allá”, comenta Terán de Robinson.
Fue entonces cuando decidió irse a México a seguir estudiando y a practicar allá, con el entrenador de clavados nacionales Mario Tovar, en el club Centro Deportivo Chapultepec.
“Me platicaba que a la hora que se fue pensaba que luego luego iba a tirarse clavados, tres vueltas y media y nada. Dice que durante un mes y medio lo tuvieron dando uno, dos, tres pasos y brinco del trampolín. Y le preguntaba al profesor si ya se tiraba, y éste le decía que no, y lo ponía a corregir (risas). “Y entonces señalaba que le cayó el veinte, de que era una disciplina en la que si él quería seguir debía tolerar eso, porque él creía que luego luego se iba a tirar, pero no, primero tenía que perfeccionar las cosas para poder llegar, como dicen, camina, no corras, hay que dar primero los pasos para poder llegar a donde quieres llegar, a ser una persona brillante y hacer caso a lo que te diga tu entrenador, que es el que sabe y te va a ir conduciendo por el camino para que tu llegues hasta donde se pueda”, refiere.
La entrevistada agrega que estando casada con Pepe Robinson él participó en las olimpiadas de Munich y después fue a Yugoslavia en 1974 a una universidad, por lo que le tocó vivir la experiencia a lado de su pareja cuando estaba en su mejor momento.
“Ya después fue que se retiró de estar practicando en los clavados y pasó a formar parte de la Comisión Nacional del Deporte (Conade), de la Federación Mexicana de Natación (FMN) y era juez oficial en diferentes competencias a nivel internacional. De hecho en las Olimpiadas de Canadá a él le tocó ir ya como juez”, añade.
Al final, Terán de Robinson agradece nuevamente el homenaje de que la alberca olímpica del Centro de Alto Rendimiento lleve el nombre de su esposo y exhortó a la juventud local a buscar sus sueños en el deporte.
“Una vez más gracias de verdad por esta distinción, con mucho orgullo, con mucha alegría, mucha felicidad de parte de toda la familia, y estamos al pendiente de todo lo que surja, y decirles a los jóvenes que se vale soñar, que persigan sus sueños y que pueden llegar a donde ellos quieran.
“El deporte debe de ser una parte importante en la vida de todas las personas, sobretodo los niños y jóvenes, porque eso los va a llevar por el mejor camino de su vida, y les va a traer muchas satisfacciones también, muchas alegrías, y los va a formar como personas de bien, con disciplina, con respeto y también saber aceptar que cuando tenemos una derrota no es el fin del mundo, que es un paso más hacia el triunfo”, concluye.
