El político tabasqueño rindió un discurso ante miles de personas en el gimnasio de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y atestiguó un acuerdo para abrir las puertas de Morena a simpatizantes de otros partidos, así como gremios que quieran sumarse al proyecto presidencial de 2018.
Andrés Manuel López Obrador, el líder de Movimiento Regeneración Nacional, sabe que debe reforzar su frente popular en el norte del país.
Después de lo que ocurrió en el Estado de México, donde a Morena le arrebataron ‘tramposamente’ la elección a gobernador, el “Peje” ha fijado una especial postura en Tamaulipas, una de las entidades que podría jugar a su favor cuando por tercera vez vaya como candidato a la presidencia de México.
De acuerdo con Hora Cero Encuestas el sur de la nación lo avalaría rumbo a los comicios federales de 2018. En el centro de la República AMLO tiene millones de adeptos; sin embargo, debe enfrentarse con el sistemático aparato de corrupción gubernamental y de otros institutos políticos que compran conciencias e inciden en los resultados.
Descentralizarse es una estrategia que le estaría funcionando al tabasqueño, porque a ocho meses de que arranque el siguiente proceso electoral el tiempo para él es “oro molido”.
En vez de tomarse el fin de semana libre con su familia, visita municipios, establece acuerdos y preside reuniones. Se organiza.
EL ANTES…
Desde la primera ocasión que recorrió en campaña las ciudades tamaulipecas, a López Obrador se le mira prácticamente en el mismo peso, aunque con una
cabellera más blanca que denota el transcurso de los años y quizás también que ha madurado.
Durante el proceso electoral de 2006 un arrojado Andrés Manuel mostró conocimiento de causa sobre los problemas cardinales del país, enseñó ímpetu y seguridad en sí mismo para gobernar una nación como la mexicana, empero, la sociedad no estaba acostumbrada a los arrebatos de un aspirante presidencial que le llamaba “chachalaca” al ex mandatario Vicente Fox Quesada.
La forma en cómo presentó su apasionamiento para querer enjuiciar a “las mafias” de la política no sentó bien en el electorado, que se dejó confundir por el equipo de asesores de Felipe Calderón Hinojosa, el cual supo capitalizarlo con una campaña de miedo contra el también ex jefe capitalino del Distrito Federal, y truncó su camino a Los Pinos.
En 2012 López Obrador tuvo que encarar al ‘mismo infierno pero con diferente diablo’ cuando el arrastre de un ex gobernador del Estado de México, con un millonario gasto presupuestal vertido en la imagen de Enrique Peña Nieto y el apoyo de las televisoras, le quitaron por segunda ocasión la oportunidad de llegar a la presidencia.
En esa segunda campaña se observó a un Andrés Manuel más mesurado en sus comentarios. Evitaba salirse de tono, aún durante los debates, cuando con normalidad es un gran orador que sabe denunciar las causas populares.
Recuperarse del nocaut al parecer no ha sido sencillo. Trabajar en la construcción de un frente popular como el partido que fundó, le ha pasado factura. En 2013 este político sufrió un infarto al miocardio.
…Y EL PRESENTE
En 2017, cuando está en la antesala de un nuevo ciclo electoral su discurso sigue siendo el mismo, de denuncia, aunque también de ‘esperanza’.
La crisis económica en la que se encuentra la nación y el señalamiento de la opinión pública a los malos gobiernos que han estado en el poder le podrían favorecer el año próximo en las boletas.
Hoy López Obrador sigue activo, aunque ya no se detiene para dar largas entrevistas como lo hacía antes. Algunas veces sí contesta, otras veces no.
En Ciudad Victoria se observó que sus simpatizantes lo idolatran. Todos quieren un autógrafo, tomarse una ‘selfie’
con él.
El mismo AMLO señala mesurado que no es un mesías, pero la gente se desborda. Todos quieren tocarlo, entregarle una hoja con denuncias, con pedidos, hacerle obsequios. Acalorado, asfixiado por los tumultos se impacienta con la prensa, pero se deja querer por el público.
Besa niños, se detiene en carretera, la gente lo persigue para saludarlo, para pedirle una fotografía, no lleva guardaespaldas y él accede.
En el norte de México los adeptos de Andrés Manuel crecen como la espuma.
Aún con todo eso los siguientes meses serán claves en el acomodo del Movimiento Regeneración Nacional, que ya se anunció: rompió con el PRD (Partido de la Revolución Democrática) e irá solo con el PT (Partido del Trabajo) en las próximas elecciones.
Y aunque todo parece indicar que Morena será el ganador de 2018, también se puede pronosticar que tendrá un camino ríspido y accidentado.
Aún falta saber cómo resolverá muchos asuntos fundamentales y de qué manera va a defender el voto, considerando la millonaria cantidad de funcionarios de casilla y observadores electorales que se ausentan cuando hay comicios.
AMLO también necesita definir de qué manera se anticipará a las avanzadas del PRI (Partido Revolucionario Institucional) y del PAN (Partido Acción Nacional), las cuales normalmente son las primeras de la fila cuando abren las casillas y ocupan los lugares de los funcionarios faltistas.
Subsecuentemente cómo resolverá las recurrentes trampas por los acarreos, por el término sospechoso de las boletas en el día de la elección y los intentos de otros partidos por inhibir el sufragio.
Quedará también pendiente saber de qué forma documentará la entrega tendenciosa de apoyos sociales, pero sobre todo, cómo luchará contra la monstruosidad de dinero que se dilapidará en la compra de funcionarios y ciudadanos con credencial del INE. La estructura de Morena crece pero ¿le alcanzará?
La lista de pendientes por atender para el “Peje” y su equipo es larga, aunque las argucias son las mismas. Ahora los ‘mapaches’ electorales se ayudan de la tecnología. Distribuyen tarjetas con dinero, y logran que hasta los muertos voten.
Contra eso y mucho más el líder nacional de Morena tendrá que lidiar.
Ha dado su postura acerca de temas como la inseguridad, el desempleo, el rubro energético, la educación y la salud y al mismo tiempo pidió unidad, al asegurar que Morena no pertenece a ningún grupo, sino a los mexicanos.
Esta vez recibió la visita del magisterio y de los otrora militantes de otros institutos políticos. En su mitin estuvieron el ex priista Felipe Garza Narváez y el ex candidato independiente al ayuntamiento de Reynosa, José Ramón Gómez Leal, entre otros personajes de la política tamaulipeca, que todo indica le apoyarán en las elecciones de 2018.