Grupos dirigidos para boicotear el movimiento de protesta por el alza de combustibles en todo el país, revientan protestas e inician saqueos a los que se suman miles de civiles.
En todo el país, las protestas por el “gasolinazo” comenzaron a crecer poco a poco…
Decenas de miles de manifestantes mexicanos se lanzaron a las calles para expresar su inconformidad por el alza en los precios de los combustibles.
Durante la primera semana de enero, el asunto se volvió confuso.
Grupos sociales y organismos no gubernamentales llamaban a manifestarse en las calles de diversas ciudades; a través de redes sociales se convocaba a tomar las calles.
Por otro lado, decenas de grupos subversivos, evidentemente dirigidos con ese objetivo, fueron enviados a causar desmanes y saqueos en supertiendas.
Muchos grupos en diversos Estados como Nuevo León, Estado de México, Veracruz, Jalisco o Puebla fueron utilizados para desprestigiar las protestas, agredir a los policías, atacar oficinas públicas, como sucedió con el Palacio de Gobierno estatal en Monterrey y saqueos de tiendas de donde se llevaron electrodomésticos y todo lo que hallaron a su paso.
En toda esta confusión se notaban los grupos, algunos llevados por los propios policías al lugar, con la consigna de iniciar los saqueos y liderar a la turba de civiles que se unían a la rapiña y al saqueo, anteponiendo como pretexto la protesta contra el gobierno por el alza de la gasolina.
En Monterrey, decenas de miles de regiomontanos partieron de diversos puntos del área metropolitana de Monterrey rumbo al Centro, donde se encuentra ubicado el Palacio de Gobierno. La Explanada de los Héroes fue el escenario para la protesta.
Todo iba bien hasta que un grupo de personas identificados por vestimenta negra, mochilas en la espalda y capuchas, comenzaron a derribar las barricadas que protegían la parte frontal de la entrada principal del Palacio de Cantera y a lapidar los vitrales instalados hace más de un siglo.
Las protestas se extendieron a lo largo del país durante las primeras dos semanas de enero.
Aprovechando el descontento, grupos de personas se “organizaron” para saquear supermercados, tiendas de conveniencia, generar destrozos y causar pánico entre la población.
La aparición de personajes o sucesos extraordinarios para acallar o disminuir la protesta social es una fórmula que ha sido utilizada anteriormente en momentos claves de la vida nacional.
Grupos desconocidos protagonizaban saqueos en algunas entidades como el Estado de México, Hidalgo, Nuevo León, Veracruz, Michoacán y la Ciudad de México. Además estos actos vandálicos fueron alentados con una campaña en redes sociales y en grupos de WhatsApp.
Por ejemplo, el sitio Lo Que Sigue (@LoQueSigue), que analiza el comportamiento de las redes sociales y de Internet, reveló a Sinembargo, que el pasado 4 de enero “desde temprano, cientos de cuentas de bots y trolls de la llamada ‘Secta Científica’ lograron posicionar el Trending Topic #SaqueaUnWalmart desde ubicaciones fuera del país”.
“En total logré contabilizar 485 cuentas y mil 501 mensajes en Twitter usando el hashtag para lo que vale preguntarse: ¿Quién está detrás de estos trending topics coordinados? ¿Quién puede coordinar un grupo así y mantenerlo activo durante 4 horas que duró como tendencia?”, dijo el analista principal de Lo Que Sigue en entrevista.
En Nuevo León, para el lunes 9 de enero, por lo menos 132 personas habían sido detenidas por los disturbios y saqueos ocasionados en la zona metropolitana de Monterrey y fueron enviados al Penal de Topo Chico.
La Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad) señaló que sumaban 423 establecimientos saqueados en diferentes partes del país, principalmente en el Estado de México, la Ciudad de México, Veracruz, Hidalgo y Chiapas.
Manuel Cardona, vocero de la Antad, reconoció que los saqueos en el Estado de México se redujeron durante el fin de semana del 6 al 8 de enero.
Cardona reconoció el apoyo del gobierno federal para resguardar las tiendas departamentales, pues más de 3 mil elementos policíacos se sumaron a las tareas de vigilancia.
En el Estado de México fueron detenidos más de 530 saqueadores, 117 en la Ciudad de México y cerca de 392 en otros Estados. Además, cuatro personas han muerto durante los disturbios.
Cuatro policías federales de la Gendarmería Nacional, fueron arrollados intencionalmente por un civil y dos personas más, que estaban en la protesta frente a una planta de Pemex en el municipio de Playas de Rosarito, en Baja California, resultando heridos.
La Procuraduría de Justicia de Hidalgo confirmó la muerte de dos jóvenes durante el enfrentamiento entre pobladores de Ixmiquilpan y elementos de la Policía Federal y estatal.
Además se reportaban al menos 13 lesionados por los disturbios en el intento de desbloquear la carretera federal México-Laredo, que permanece cerrada por la inconformidad en contra del “gasolinazo”.