Con 28 años de actividad comercial, el tianguis ubicado en la calle San Ramón de la colonia Jarachina Norte en Reynosa, se ha convertido en una tradición para los habitantes de esta ciudad.
Locatarios y clientes aseguran que este es el mercado más grande y visitado de esta ciudad fronteriza.
“Es el mejor tianguis, siempre lo ha sido, este tianguis tiene mucha historia”, coincidieron locatarios y clientes.
El tianguis Jarachina surgió hace casi tres décadas en lo que eran las instalaciones de la feria, a un costado del parque de beisbol “Adolfo López Mateos”, pero los últimos 22 años se ha establecido en su actual dirección.
Los reynosenses pueden encontrar aquí puestos de ropa, calzado, electrónica, herramientas y hasta un estudio de tatuajes. El tianguis es un centro comercial donde se venden artículos nuevos y de segunda mano a precios muy bajos.
Cientos de personas aprovechan los módicos costos y el ambiente de fiesta que se vive, similar a una feria, ya que hay decenas de negocios de comida, los cuales son de los más solicitados por los consumidores.
Se puede notar como chicos y grandes no sólo van a en busca de una buena compra, sino que también disfrutan de la convivencia familiar que ahí se tiene.
Y como si fuera un parque de diversiones, los ciudadanos recorren durante horas local por local.
SU HISTORIA
Juan Maldonado es uno de los locatarios que permanece en este negocio desde que se formó. Desde su local platicó como se establecieron en el actual sector a la salida a Monterrey.
“El tianguis inició donde se ponía la feria, pero cada que se llegaban las fechas de los festejos nos movían al parque López Mateos, hasta que el municipio nos facilitó este terreno para establecernos, cuando estaba de alcalde el señor Ramón Pérez.
“Actualmente algunos de nosotros compramos nuestro local al municipio y otros pagan renta”, señaló.
Refirió que eran muchas las personas que contaban con un puesto y debido a esto el tianguis se dividió. Algunos comerciantes se mudaron a Jarachina, pero otros decidieron instalarse frente a la Central de Abastos de Reynosa.
“Los que se pusieron frente a la Central de Abastos son de la gente de nosotros que prefirió quedarse allá”, dijo.
El comerciante de 73 años de edad, atiende su puesto de ropa en compañía de su esposa, San Juana Lomas, de 67 años, pero ahora sólo lo hace los sábados y domingos, ya que en los últimos años las ventas han bajado.
“Entre semana están muy flojas las ventas por eso decidimos abrir los días más fuertes que son en fin de semana”, mencionó.
Juan platicó que lo más difícil a lo que se han enfrentado fue hace ocho años, cuando el tianguis se quemó.
“Un domingo de hace ocho años, a las cuatro de la tarde se quemó el tianguis, supuestamente dicen que lo mandaron quemar pero hasta hoy no se sabe la realidad de lo que pasó, afortunadamente no hubo pérdidas humanas que lamentar, pero lo material se perdió todo, no quedo nada”, recordó.
Y su esposa agregó: “Muchos de los tianguistas guardábamos nuestro dinero en el local y perdimos todo lo que habíamos trabajado, tardamos como dos años para volver a establecernos”.
Candelaria Cantú, otra de las locatarias con mayor antigüedad en el tianguis Jarachina, comentó que se tiene este espacio comercial gracias a la señora Yolanda González, que fue la presidenta de los vendedores durante muchos años.
“Ella era la presidenta del tianguis, falleció hace apenas un año, ella consiguió este predio. En ese entonces la gente no se quería venir para acá porque estaba muy lejos, antes aquí era puro monte.
“Todos los locatarios estamos muy agradecidos con ella”, expresó.
Candelaria, que se encarga de atender el negocio de tenis de su hija, afirmó que el mercado es una muy buena fuente de ingresos, suficiente para solventar los gastos de una familia.
“Yo desde hace varios años vendí mi local y ahora sólo me encargo de martes a domingo de cuidarle su puesto a mi hija, porque ella no puede pues tiene otras actividades, pero puedo decir que el tianguis es una fuente de trabajo y dinero que da buenos resultados, porque así como yo, muchos compañeros les dimos carrera a nuestros hijos, gracias al tianguis nos hicimos de nuestras cosas propias, como una casa o un carro”, compartió.
Candelaria aseguró que el oficio de tianguista es muy cansado, aunque algunas personas consideren que es un trabajo fácil.
“Es cansado trabajar en un tianguis. La gente cree que es sencillo, pues piensan que te la pasas sentada, pero no es así porque
llegas bien fastidiada a tu casa, tenemos jornadas largas”, indicó.
UN BUEN PASEO
Alicia Morales, habitante de la colonia San José, aseguró que el tianguis Jarachina es una muy buena opción para encontrar buenos precios.
“Venimos porque es económico. Eso sí, tenemos que buscarle pues el que no sabe compra caro, pero nosotros que sabemos compramos barato.
“Recorremos todos los locales, tardamos hasta tres horas y a veces cuando traemos una idea de lo que queremos ya nos vamos directo”, dijo.
Fátima Barrón, de la colonia Bermúdez, señaló que a pesar de que vive retirado del tianguis, le agrada ir ya que sabe que encontrará lo que busca.
“Mi colonia está hasta el boulevard Morelos pero creo que vale la pena venir, aparte de que gasto poco me distraigo”, expresó.
Viviana Ríos, residente de la colonia Rodríguez, quien era acompañada por su hija y nieto, compartió que ella disfruta su fin de semana en este lugar.
“A mí me gusta mucho venir a ver la ropa y lo económico, y lo mejor es que vengo con toda mi familia andamos buscando un rato y luego de un rato descansamos y volvemos a ir a ver y buscar”, afirmó.
Ruperto Lamines, uno de los locatarios, aseguró que la gente va con la intención de comprar y divertirse.
“La gente que viene hacen el ambiente a mí por eso me gusta mi trabajo porque se hace algo así como una fiesta en el tianguis”, resumió.