En los días 21, 22 y 23 de abril Reynosa vivió días muy aciagos. Los marinos traían entre ceja y ceja al hoy famoso comandante Toro al que tras peliculesca persecución finalmente le echaron el guante, aunque más bien fueron tres disparos los que hicieron que pasará a formar parte de la lista de un capo menos, pero dejando tras de sí una estela de comercios y vehículos incendiados así como bloqueo de calles y avenidas, con los consecuentes daños que los afectados no saben ni a cuál oficina acudir para la correspondiente reclamación.
Pero eso no fue todo, porque a la lista de damnificados por la Operación Toro se sumaron 32 agentes de la policía ministerial que hoy están concentrados en Cd. Victoria para que expliquen porqué le hicieron al tlacuachito cuando las acciones reclamaban el apoyo de todas las corporaciones, y entre ellas la de Protección Civil municipal que tiene a sus bomberos bajo sospecha, pues ahora resulta que no se dieron cuenta que hasta Nerón se hubiera puesto verde de envidia con tantos incendios que había.
Y aquí fue donde aprovecharon los estatales para sacar el bat, y Víctor Sáenz que se venía comportando con discreción como jefe de la oficina del gobernador, le atizó con fuerza a la pelota reclamando que Maki Ortiz habla como si estuviera ajena a la problemática en Reynosa, declaración que sorprendió pues por aquí ya se daban por concluidas las hostilidades.
Pero murmuraciones aparte, el hecho atrajo la atención de medios locales, nacionales e internacionales, y por ello la caída del Toro para el lunes 24 entusiasmó a la autoridad estatal y a la municipal y cada quien anunció por su lado que la situación estaba bajo control, con la desafortunada coincidencia que ese mismo día unos encapuchados asaltaron un banco por el bulevar Morelos y por la tarde seguían los riesgos por colonias al poniente de la ciudad.
Por lo anterior todavía el martes 25 y el miércoles 26 el tráfico vehícular ya para las nueve de la noche era escaso, como que la gente presentía que todavía había cosas por ajustar y mientras tanto la ciudad a merced del apetito de bandas foráneas, percepción que era compartida hasta por los marinos y por ello recomendaban a la gente evitar, hasta donde fuera posible, salir por la noche.
En resumen: situación controlada y ¡bolas!, más hechos delictivos con todo y que el Toro ya era historia, como también lo fueron otros capos y no por ello la delincuencia desapareció, siendo lo anterior la razón por la que hoy el ciudadano no comparte el entusiasmo de las autoridades civiles porque las militares ya dijeron que aguas, y además que no necesitan de ningún convenio para quedarse en Tamaulipas, o sea, que va para largo este asunto.
DELFINA Y RIQUELME NO ESTaN EN LA JUGADA
Dicen y dicen bien que las elecciones del Estado de México serán un reflejo o anticipo de las presidenciales del 2018, desde luego que no en importancia, pero sí en la estrategia y artillería política, y por lo pronto hay tendencias electorales que a menos de un mes de las elecciones ya dejan ver de qué lado se están canteando los electores mexiquenses, con resultados que traen a Enrique Ochoa Reza y Ricardo Anaya con los ojos desorbitados y profiriendo disparates.
Nunca imaginaron ambos a un MORENA peleando municipio por municipio los votos, subestimaron a la “profesorsita” Delfina Gómez y al crecimiento del partido de López Obrador. Ya están viendo que tendrán que exprimir como limón de refresquería la estructura tricolor mexiquense, porque por una parte, JosePRIna Vázquez Mota no está funcionando como esquirol, y por la otra, Delfina está resultando toda una leona rasurada que, si no se ponen “buzos caperuzos”, se va embuchacar a Del Mazo y a doña Chepina como postre.
Sin embargo, el PRI en Edomex cuenta con los programas sociales que Eruviel Avila aplica exhaustivamente, esa es su fortaleza y no su anémico candidato, pero ya veremos si el termómetro del mal humor social no marca 40 grados centígrados el día de las elecciones, que con una temperatura así no hay estructura que valga para enfriar a los votantes, y por lo pronto, Del Mazo y Delfina van parejos mientras JosePRIna pinta para medalla de bronce y sin posibilidades de meterse a la pelea.
PERO COMO TE DIGO UNA COSA TE DIGO LA OTRA
Y en Coahuila el panista Guillermo Anaya puntea las preferencias aunque casi se le empareja el priista Miguel Angel Riquelme al que trae como queso para las enchiladas, pero para que no se desvalorine Anaya, de Tamaulipas le mandaron sus apoyos que fueron distribuidos en las afueras del estadio Corona de Torreón; las fotografías que circularon por las redes sociales fueron harto reveladoras cosa que por acá no sorprendió, pues en mayo del año pasado en Reynosa descubrieron una bodega repleta de despensas que envió el DIF poblano, que si hubieran sido remitidas al DIF de esta ciudad no habría sido más que un acto de solidaridad, y aunque fue evidente que fueron para proselitismo político y no para el DIF local aun así para el Ministerio Público eso no tuvo nada de irregular y carpetazo.
Pero por muy disputadas que estén las elecciones coahuilenses hasta los más ingenuos traen la punzada de que por esos rumbos ganará el PAN y por Edomex el PRI, lo que sería una nada sorpresiva transacción “prianista”. El cuete es que Delfina les puede echar a perder la fiesta a los atlacomulquenses y Riquelme está en el cuadrilátero golpeando a dos manos a Memo Anaya, como dando a entender que, si hay arreglo, él no está en esa jugada.
¿Y LOS INDEPENDIENTES?
Esos se están difuminando, comenzando con Jaime el “Bronco” Rodríguez que con las broncas que trae para gobernar Nuevo León no son recomendables las distracciones, pero con todo y eso en las encuestas es el líder en ese rubro, luego le siguen el comunicador Pedro Ferriz de Con y el politólogo Jorge Castañeda, nomás que mientras el electorado no los perciba como antisistémicos, no van a crecer y por añadidura no pondrán en riesgo ni al candidato del PRD.
Definitivamente el votante ve como único desafiante del sistema a Andrés Manuel López Obrador, y por ello cuanto misil le lanzan se estrella en ese blindaje que le da el ser antisistémico, expresiones como “ya no hallan qué inventarle” son una muestra de que están perdiendo el tiempo en derribarlo del ánimo ciudadano.
Me sumo a quienes creen que el único obstáculo que queda entre López Obrador y los Pinos es la opinión de los Estados Unidos de América, porque si Trump o los intereses gringos no lo ven como peligro, mejor váyanse preparando para una entrega tersa, ya hasta el episcopado mexicano se solidarizó con las proclamas del líder de Morena al censurar la corrupción de la clase gobernante, como igual cosa hizo Carlos Salinas de Gortari en una conferencia en Harvard: ¿más mezcla maistro?
Hasta la próxima!