Existen voces al interior del Partido Revolucionario Institucional de Tamaulipas quienes consideran que este proceso de selección de su candidato para suceder a Egidio Torre Cantú es el momento perfecto de aplicar una muy necesaria alternancia en el gobierno estatal.
Que conste que al decir alternancia no se está hablando de que el PRI pierda la gubernatura, pues no hay grupo al interior del Revolucionario Institucional que sueñe siquiera con la posibilidad de entregar la estafeta en la entidad a otro partido político.
La alternancia que están esperando los priistas es en los grupos que han ostentado el control del partido en la entidad y que, desde hace 12 años, permanece en manos de los originarios de Ciudad Victoria.
El temor que han manifestado los priistas tamaulipecos, es que el gobernador, Egidio Torre Cantú, insista en su decisión de que el candidato del tricolor sea el actual alcalde de Ciudad Victoria, Alejandro Etienne Llano, quien por más que lo ha intentado, no ha podido prender en los ánimos de los militantes del tricolor.
Para algunos priistas de Tamaulipas, ha llegado el momento en que el grupo de Ciudad Victoria entregue el control del partido a otros actores políticos quienes llevan más de una década esperando pacientes y disciplinados a que “les haga justicia la Revolución”.
Porque no se trata solamente de cambiar el lugar de origen del candidato, se trata de que debe haber una renovación en los funcionarios estatales, constructores de obra pública, dirigentes partidistas y todos los que sostienen la sartén por el mango en Tamaulipas.
Hay quienes dicen -y dicen bien- que nuestra entidad está conformada por regiones muy diferentes pero no menos importantes una que otra, y ha llegado el momento que la gente del centro del Estado permita el relevo político.
El riesgo que se corre, en caso de no hacerlo, es que la gente se canse de esperar y la alternancia la busque en otras fuerzas políticas quienes, precisamente, están usando este tema como la principal bandera política.
Ha llegado el momento en que el priismo tamaulipeco piense en su sobrevivencia como instituto político más allá de la permanencia en el poder de un grupo político en específico.
Y una gran manera de empezar a demostrar que esto puede darse, es dándole el permiso a actores políticos como el alcalde de Reynosa, Pepe Elías Leal de salir a recorrer el Estado para, al menos, promocionarse ante el resto de sus compañeros de partido.
No se trata de darle algún tipo de preferencia a Pepe, como la que se le ha dado a personajes como Alejandro Etienne; se trata de dejarlo que intente, con sus propios medios, de convencer a sus correligionarios que es una buena opción para la candidatura al gobierno del Estado.
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El que ya no ve lo duro, sino lo tupido, es el corrupto ex alcalde de Reynosa, Francisco García Cabeza de Vaca, a quien ya no le está funcionando su estrategia de aventar mentiras por el Internet esperando con ello confundir al electorado.
Uno de los que se encargó en poner en su lugar al ex alcalde es el dirigente municipal del PAN en Nuevo Laredo, Rafael Pedraza Domínguez, quien en un fuerte y claro comunicado, desmintió a Cabeza de Vaca cuando dijo que estaría al pendiente de aquella frontera pues ahí Acción Nacional había perdido las elecciones.
Demostrando que no tiene pelos en la lengua, Pedraza Domínguez le pidió a Cabeza de Vaca que en lugar de andar preocupándose por municipios donde el PAN está sanote y es ganador, voltee su mirada a su natal Reynosa, donde no pudo lograr que su hermano Ismael ganara la elección para diputado federal.
“Que no escupa para arriba, si no pudo ganar Reynosa con un familiar, mucho menos el senador puede pensar en cosas grandes para Tamaulipas con Acción Nacional, porque su apellido no pesa y ahí en Reynosa sí quedó demostrado en las pasada elecciones”, dijo en un boletín de esos que dejan chipote con sangre.
Otra de las broncas que se le armaron a García Cabeza de Vaca es la deserción de algunos de los integrantes de su equipo de seguidores, quienes desde hace unas semanas manejaban un perfil de Facebook denominado “Un Norte con Cabeza”.
Resulta que todo el problema nació después de que Cabeza de Vaca desmintiera la información de que había declinado sus aspiraciones a favor del alcalde de Nuevo Laredo, Carlos Enrique Canturosas.
Cuando se enteraron que el asunto no era verdad, un grupo de simpatizantes de Cabeza de Vaca decidieron abandonar el barco. Uno de los que decidieron tirar el arpa fue Andrés Cristóbal Ortega, originario de Nuevo Laredo.
Cuentan los que saben que Ortega está cansando de las promesas incumplidas de Cabeza de Vaca y el protagonismo de Salvador Rosas que sólo ha generado división e inconformidad en las filas del grupo.
Para hacer las cosas peor, estos ex cabecistas mejor se unieron a la causa de Carlos Enrique Canturosas.
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Quien habló fuerte fue el ex diputado federal panista Humberto Prieto Herrera, quien reclamó a algunos de sus compañeros de partido que lo hayan excluido como aspirante a candidato para la alcaldía de Reynosa.
El legislador dijo que hoy, más que nunca, está firme en sus intenciones de buscar la nominación de su partido, pues sabe que es garantía de triunfo, a diferencia de sus compañeros de partido que no ganan ni una elección para la mesa directiva de un kínder.
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Hace unos días el gobierno del Estado de Tamaulipas anunció que Arturo Gutiérrez García dejó de ser el secretario de Seguridad Pública en el gabinete de Egidio Torre Cantú.
Por medio de un comunicado, las autoridades estatales revelaron que el nuevo encargado de la seguridad en la entidad es el General Jesús Martínez y Martínez quien, se dijo, cuenta con 45 años de experiencia dentro de las fuerzas armadas.
En todo este tiempo Martínez y Martínez ha ocupado diversos puestos de importancia en todos los puntos de la entidad, con lo que se demuestra que el nuevo secretario tiene la experiencia y conocimientos necesarios para ocupar esta posición.
Dentro del boletín, se asegura que Gutiérrez García va a ser asignado a una nueva responsabilidad dentro de la administración estatal que será dada a conocer dentro de los próximos días.
Hay quienes dicen que la salida de Gutiérrez García mucho tuvo que ver el escándalo que se ha generado en Reynosa por el asesinato del Policía Estatal Benito García a manos, presuntamente de los integrantes del Grupo de Inteligencia de la corporación.
Hay quienes aseguran que este grupo le reportaba directamente al ahora ex secretario, quien a lo mejor ha sido removido del puesto para protegerlo ante la ola de aprehensiones que se espera se den en unos días por tan lamentable caso.