Estaba un día El Apuntador experimentando con una receta de ponche con mezcal de Nombre de Dios, Durango, -que no están ustedes para saberlo, pero nosotros sí para contarlo: es el mejor aguardiente del mundo-, cuando un fiel seguidor de esta infame columna nos hizo un comentario que la verdad nos puso a pensar.
Nos dijo: ¿Ya se fijaron que de unos meses a la fecha la nota policiaca, que antes estaba condenada en la última parte de la sección de Locales (en el mejor de los casos), ahora es el referente de las portadas de todos los medios en la frontera?
Y conste que no estamos hablando de los medios que tradicionalmente se ocupan de estos temas como La Tarde, El Sol, Media Hora, PM y otros de este rubro… les hablamos de los grandes matutinos que antes dedicaban su portada a notas nacionales o, en su caso, algo extremadamente relevante en el Estado o el municipio.
Es cierto, los medios son una ventana de los tiempos que se viven en la región y el país, y desafortunadamente en estos momentos estamos viviendo una ola de violencia que ha tocado a casi todos los que viven en la región.
Esto ha provocado que el interés de la gente esté en enterarse de los hechos de violencia que se registran en cada una de las localidades de la entidad y, en algunos casos del país.
Obviamente los medios de comunicación también son negocio y por lo tanto necesitan vender periódico o tener auditorio en sus espacios de radio o televisión.
Hasta ahí las cosas van bien, nadie niega que lo que vende en estos momentos es la lucha contra la delincuencia de las autoridades federales.
Sin embargo, en algunos casos, hay medios y editores que han caído en una zona de confort confiándose en que siempre va a haber algún hecho de sangre que le permita “salvar la portada”.
Y conste que no estamos hablando de los periódicos vespertinos y de corte policiaco, ellos se supone que deben de estar al pendiente de este tipo de información.
El hecho de que ahora los matutinos tradicionales dependan de la nota policiaca, no es solamente una muestra de los tiempos que se vive en el país, sino también de los tiempos tan tristes que se viven en el periodismo tamaulipeco.
Y ahí va por qué: la nota del choque, el decomiso de droga y el enfrentamiento son noticias de reacción, y solamente tienes que cuidarte de estar pendiente que no se te vaya a escapar el asunto.
Obviamente para sacar esas notas no se necesita demasiado olfato periodístico que digamos, lo importante es contar con una foto atractiva y redactar una crónica interesante, algo que te puede hacer casi cualquier reportero con una firme noción de lo que es el periodismo.
Sin embargo, dentro de esta hermosa actividad también está el reportaje, la investigación, el buscar la noticia donde pareciera que no existe, el encontrar las pruebas de un caso de corrupción.
Para hacer este tipo de notas se necesita un reportero que esté muy por encima del promedio, alguien que sepa investigar, que tenga olfato para encontrar la nota, el instinto para hacer la pregunta correcta, la paciencia para escarbar en pilas de documentos.
Desgraciadamente, en los medios tamaulipecos este tipo de reportero se ha convertido en una especie en extinción, pues no existe ni la escuela, o la vocación para formar periodistas de investigación que son los encargados de generar las notas que adornan las portadas de los medios tradicionales.
¿Y dónde se supone que debería estar esta clase de periodistas a los que podemos colocar por encima del promedio?
La respuesta es muy sencilla: en las secciones Locales, que es en donde tienes más oportunidad de investigar, de checar fuentes, de estar pendiente del pulso de la sociedad.
El problema es que en estos momentos el nivel de las redacciones no es el idóneo y antes de que una horda de compañeros indignados lleguen a las puertas de Hora Cero como una turba asesina dispuesta a eliminar a los creadores de este espacio, hacemos una pregunta que espera una respuesta muy sincera: ¿cuándo fue la última vez que alguien escribió un reportaje que cumpla con todos los criterios periodísticos que este género requiere?
¿Cuándo fue la última vez que alguien se acuerda que se haya publicado un reportaje con más de dos fuentes, sin juicios de opinión, con documentos, con testimonios, con visitas al lugar de los hechos?
Porque una larga entrevista con una sola fuente hablando de un solo tema no es hacer un reportaje, que conste.
Así las cosas ya podemos entender por qué los editores de los periódicos tradicionales están dependiendo de la nota policiaca para llenar sus portadas… porque simple y sencillamente no tienen material de otro tipo para venderle a sus lectores.
Qué triste ¿no creen?
RETAZOS
No podemos tocar el tema de los medios policiacos y dejar fuera el rediseño que acaba de tener La Tarde, el vespertino de El Mañana de Reynosa.
Después de varios meses de preparativos, finalmente el pasado primero de diciembre salió a la circulación la nueva imagen de La Tarde que, hay que decirlo, tuvo un cambio radical.
De entrada el tamaño: de estándar pasó a un poco más grande que un tabloide, algo que seguramente tomó por sorpresa a más de dos lectores.
Además está la imagen, los colores y hasta los nombres de cada una de las secciones, mismos que fueron elaborados por un equipo de pupilos de Danilo Black, quien siempre le ha dado un toque muy característico a los medios en los que mete mano.
Hay que decir que el nuevo formato de La Tarde se dio precisamente en el cumpleaños de Ciro Andrés Ibarra, director del vespertino, que apenas y tuvo chance de festejar con el montón de chamba que representa aventar un nuevo producto.
Y ya que estamos hablando de asuntos policiacos hay que mencionar el riesgo que representa una mala decisión que termina en las redes sociales.
Un claro ejemplo de lo anterior son un grupo de compañeros reporteros policiacos, entre los que podemos mencionar a Jaime Jiménez, quien cubre la citada fuente para Media Hora.
Resulta que el pasado 4 de diciembre Edith Jiménez, de Multimedios, tuvo la desafortunada decisión de publicar en el Facebook una foto donde aparece junto con otros compañeros puntos rojos pasando muy contentitos frente a una camioneta volcada.
Obviamente la citada foto se filtró por el Internet y llegó al Twitter, más específicamente a #reynosafollow, el popular hashtag que existe sobre noticias y sucesos locales.
Como podrán esperarse, los usuarios de la red social le cayeron a patadas a los compañeros reporteros, a quienes acusaron de estarse burlando de la tragedia de otras personas.
La verdad hay que decir que no hay ni cómo defender a los puntos rojos que aparecen en esta foto, pues aunque nadie les prohíbe tomarse fotos en incendios, volcaduras o frente a un cadáver, si quisieran, tampoco pueden andar presumiéndolas en las redes sociales pues eso es algo completa y totalmente inapropiado.
Sin embargo, lo más curioso de todo este asunto es que mucha raza se fue con la finta al momento de la publicación de esta foto, pues ya pensaba que todo este asunto era un caso de “fuego amigo”.
Ahí tienen que uno de los encargados de reenviar la foto en las redes sociales es un usuario de Twitter identificado como @ArmandoOrtaTVGO quien, como podrán imaginarse, fue confundido con su homónimo que en estos momentos vive en Ciudad Victoria pues está encargado de conducir el Telediario de Multimedios.
Sin embargo, el Armando Orta de Multimedios no es quien se tiró a la yugular contra sus compañeros reporteros y de empresa televisora, pues su cuenta de Twitter es @ArmandoOrta nada más, sin el TVGO.
Esto no quita que más de dos se hayan ido con la finta pensando que todo este asunto era un nuevo caso de “fuego amigo” dentro de Multimedios, que nunca ha sido una empresa que se caracterice por una unidad y cariño que existe entre su personal.
Pasando a otras cosas, se nos había pasado comentarles un chisme que nos cayó directamente de la ciudad de Matamoros y que habla de Julio Guzmán Loya, corresponsal de El Universal en Reynosa.
Resulta que algunos compañeros de la tierra de Rigo Tovar nos aseguran que Guzmán Loya tiene la mala costumbre de mandar notas de eventos ¡a los que ni siquiera ha ido! Como sucedió con la pasada conferencia de prensa del procurador, Ismael Quintanilla Acosta.
Ahí tienen que el susodicho mandó la nota a El Universal cuando ni siquiera tuvo la decencia de al menos hacer el viaje a Matamoros donde, nos cuentan, a cada rato iba cuando la administración municipal estaba a cargo de alcaldes emanados del PRI.
Es más, hay quienes aseguran que tan chiflado lo tenían los alcaldes tricolores en Matamoros, que hasta le pagaron los boletos de avión para un par de viajes a la Ciudad de México.
Aquí lo interesante es preguntar si los jefes de Guzmán Loya en El Universal están enterados de los tratos que hace su corresponsal en Matamoros Reynosa y Nuevo Laredo.
Y ya que andamos de bélicos, no podemos dejar de contarles un incidente que llamó poderosamente la atención de los compañeros reporteros de Reynosa que cubren la presidencia municipal.
Resulta que el 4 de diciembre hubo una manifestación de colonos en contra del secretario de Desarrollo Social, a quien le reclamaron que no les ha cumplido su promesa de instalar la red de drenaje en el sector.
Obviamente los medios que cubren la fuente estuvieron muy pendientes de la protesta y reunión entre el secretario y los colonos.
Lo malo es que la gente de Desarrollo Social decidió impedir que los medios entraran al encuentro y para lograrlo recurrieron a empujones dignas de un guarura de la década de los setentas.
Obviamente la raza de los medios estaba molesta por el trato recibido, pero lo que más les enojó fue lo que les dijeron Carlos Peña y Karla de la Garza, del equipo de Comunicación Social del Ayuntamiento.
Resulta que al ver que unos camarógrafos estaban consignando en video el zipi zape, que se les acercan y les dicen: “¿para qué graban, si la nota ni siquiera va a salir?”.
Por supuesto que la raza que escuchó la expresión de los meros meros de la Comunicación Social en Reynosa se quedaron con cara de ¿What? al escuchar la citada expresión.
Porque una cosa es que haya quienes acepten las presiones de Karla y Carlos (total, ellos y su conciencia), pero que den por asentado que cuentan con la complicidad y el silencio de todos los reporteros en la ciudad, eso de plano sí es muy aventurado.
Pasando a temas más alegres, ahí tienen que el pasado 5 de diciembre el director general editorial de Hora Cero, Héctor Hugo Jiménez, celebró con un grupo de amigos su onomástico.
Como se ha vuelto una tradición, Héctor Hugo celebra su cumple por adelantado, pues como su fecha de nacimiento es el 27 de diciembre y casi siempre esta fecha la pasa vacacionando, entonces adelanta el festejo para poder estar acompañado de todos sus amigos. ¡Muchas felicidades!
Y no nos vamos sin antes dejarlos sin la gustada pregunta de la quincena: ¿Quién es el editor de un medio fronterizo que se les está viendo negras pues una parte de su equipo de diseñadores no quiere apoyarlo en la elaboración de páginas pues, aseguran “no han vi$$$to claro”.