Tras el abrazo de Las Cumbres (colonia de Reynosa) se percibe una tregua, pero la especulación es por qué de Ciudad Victoria decidieron pasar en sus relaciones con Maki Ortíz de lo tenso a lo terso, pues con todo y que como en las telenovelas en que ni los besos ni las imprecaciones son reales, en política las actitudes sí reflejan intenciones, y fue muy evidente el talante amistoso del ejecutivo estatal hacia la alcaldesa y viceversa.
Los hechos conocidos que motivan las presunciones fueron 5, pero como diría Jack el Destripador: “Vamos por partes”.
1.- De que el mega fiestón del “López Mateos” apantalló a propios y extraños eso fue un hecho indudable, pues aunque fue un mitote para la armonía ciudadana, tuvo también efectos políticos, y alguien ha de haber sugerido: ”Mejor vamos jalándola”.
2.- La organización corrió por cuenta de los 200 comités municipales que tiene Maki por las colonias, y en el “López Mateos” mostraron músculo, organización y movilidad que, se presume, lo volverán hacer en las campañas políticas del próximo año.
3.- La revelación de la alcaldesa de que mediante el ahorro ya cuenta con 800 millones de pesos para el desarrollo de obras, es algo que debió acalambrar, pues que una autoridad local cuente con esa montaña de billetes, lo mejor es tenerla por un lado.
4.- El “apretón” que le dieron al equipo de Maki al llevar como “presentado” a Hugo Ramírez Treviño ante el Ministerio Público, no desmoronó al equipo de la alcaldesa, aprendieron la lección y cerraron filas.
5.- Amén de que si practican una encuesta verán resultados desconsoladores porque “Chuma” Moreno, Ismael García Cabeza de Vaca, Gerardo Peña Flores, Javier Garza de Coss y Raúl López López no pintan, no levantan y ya van más de 10 meses y nada que dan color, lo que ante una previsible competencia de tercios por la alcaldía seguramente orilló a las modificaciones en el trato hacia Maki, pues por un lado el PRI anda engallado, y por el otro un “JR” Gómez Leal entusiasmado al abrirle las puertas MORENA.
Sumando los anteriores 5 factores, es incuestionable que influyeron en que las relaciones entre el ejecutivo estatal y la alcaldesa pasaran de tensas a tersas, aunque dicho sea de paso es lo que conviene a Reynosa, porque mientras Maki ya tiene listos 800 millones de morlacos, el de Ciudad Victoria anunció un centro de convenciones incluso más grande que el de Tampico, y ya encarrerado ofreció un recinto ferial. Y así con este tipo de competencias la raza quisiera ver regularmente a las autoridades.
En resumen, de que le bajaron dos rayitas al volumen ¡sí las bajaron! No es de sensatos andarle tirando pedradas a quien ya mostró sabe cómo alentar el ánimo social.
UN ERROR, Y LOS ASALTANTES Y RATEROS SIN FRENOS
Nadie con algo de sentido común iba a suponer que por el cambio de gobierno los delincuentes se iban a dedicar a otra cosa, y menos cuando la nueva autoridad estatal anunció que en Tamaulipas se contaba con 2 mil 700 policías acreditados, pero que se necesitaban 10 mil, y lógicamente los malandrines han de haber levantado las manos al cielo cuando escucharon que nomás les faltan 7 mil 300, pues cualquiera infiere que reunirlos y prepararlos lleva años.
Así que mientras el gobierno estatal encuentra a 7 mil 300 prospectos a policía, que por cierto ya les van a pagar bien (15 mil pesos mensuales), en Reynosa y en Ciudad Victoria ya no hallan la puerta porque a la gente lo mismo la despojan de su vehículo en cualquier hora y en cualquier lugar, sus negocios son asaltados y no se diga los robos domiciliarios.
Lo mas desmoralizante es que si usted llama a los números de emergencia para solicitar auxilio se va a encontrar con que eso de la reacción inmediata es solo un slogan, porque los soldados y marinos, así como los de la Fuerza Tamaulipas, andan en la tarea de toparse con los malandrines que, si bien estos patrullajes sirven como prevención, no están para acudir en apoyo del ciudadano a no ser que vayan pasando por el lugar de los hechos.
Ahora bien, ya cometido el delito no le queda más remedio que acudir a la Agencia del Ministerio Público, en donde le tomarán su declaración y, si se trata de un asalto vehicular, le dirán que esté al pendiente. No vaya usted a creer porque van a atrapar al “presunto inocente”, nada de eso, sino por la razón de que ya se está viendo que luego abandonan el carro o la camioneta.
Y enmedio de esa violencia transcurre la vida diaria en Reynosa y en la capital del Estado, y los comerciantes ya quieren armarse en sus negocios, pero como se los recomendó el diputado “Chuma” Moreno, primero vayan y practiquen en un campo de tiro, no vaya a ser que resulte peor el remedio que la enfermedad.
En resumen, sin consultar con el oráculo, se puede vaticinar que las broncas de inseguridad van para largo por lo siguiente:
Abundan muchachos ávidos de hacerle al sicario. A Tamaulipas le faltan nomás 7 mil 300 policías, el Ministerio Público no cuenta con suficientes investigadores para dar con los que andan despojando de vehículos, asaltando negocios y robando en domicilios, y encima de ello grupos delincuenciales peleando sin saberse para cuándo ganará uno de ellos.
En sínteis, el tema de la seguridad de los ciudadanos, trabajadores, amas de casa, estudiantes, automovilistas ya no tiene que ver solo al hecho de tener que andar esquivando balaceras y ajustes de cuentas entre bandas rivales o en los topones con los militares.
Sino que deben enfrentar a los ladrones y asaltantes comunes que te caen en la calle, te quitan el auto, en tu casa, a los negocios, en los cajeros automáticos, en autobuses y es algo que nadie atiende por la sencilla razón de que los municipales no existen, los estatales andan en otras funciones.
Además de que la Ministerial no investiga eso (¿investiga algo?); a los federales no les incumbe, a los militares menos y ese asunto sigue siendo un balón que está ahí botando en el área y nadie quiere rematar. O como la tortilla de arriba que nadie quiere.
OTRO MISIL PARA LUEBBERT
Alguien del comando azul en Tamaulipas anda muy preocupado por el retorno de Oscar Luebbert Gutiérrez a las actividades políticas, de otra forma no se explica el reciente misil con el pretexto de una averiguación sobre hechos del pasado que, por cierto, en su momento la autoridad ministerial la reservó al no encontrar pruebas que sustentaran los dichos.
Pero alguien la quiere desempolvar tal como era la costumbre en el viejo PRI, aunque en el nuevo tampoco curten malas baquetas, y por lo visto ya fue copiado por otros partidos. Todo es cosa de que lleguen al poder y les pasa lo que al guerrero que combatiendo al demonio: terminó convertido en uno de ellos.
Nomás que aquí ya no es cosa de mitologías sino de legalidades las que son un problema para los adversarios del ex alcalde reynosense, en virtud de que ahora tanto la Constitución como el sistema penal acusatorio imponen muchos requisitos, e incluso si son hechos del pasado y los imputados piden se les procese conforme al nuevo sistema: bye Lulú.
Porque los ministerios públicos ya tienen la cabeza llena de chipotes de tantos garrotazos que les han acomodado los jueces, lo mismo no concediendo órdenes de captura que negando dejar a los acusados mascando los barrotes.
Entonces, entre las ventajas de los “presuntos inocentes” y la todavía recurrente práctica de fabricar culpables a cómo de lugar, se ve en las tripas de un cordero abierto en canal que Luebbert va a seguir su proyecto .
MORENA PROYECTA 700 MIL VOTOS POR TAMAULIPAS
Héctor Garza González anda muy optimista no solo por la creciente popularidad de Andrés Manuel López Obrador por Tamaulipas, sino porque también el MORENA ha ido subiendo y ya calculan que pueden obtener 700 mil votos por esta entidad en favor de su candidato presidencial, y lo que sea de cada quien, por ánimo y trabajo no va a quedar.
Aparte de lo anterior, Garza González estima que los grandes aliados de López Obrador son precisamente los gobernadores priistas y panistas; los primeros son 14 y los segundos 12 quienes con sus yerros y omisiones le están pavimentando el camino al tabasqueño.
Y algo hay, en virtud de que el sondeo de una encuesta nacional arrojó como resultado que los gobernadores tienen una aceptación en promedio de un 40 por ciento y el presidente de un 28 por ciento, cifras que revelan lo mal que están ambas instancias en el ánimo ciudadano.
Y así, en medio de un creciente mal humor social, de una inseguridad sin frenos en casi todos los Estados del país, y la disminución de ingresos en las arcas nacionales con el consecuente recorte en las estatales, Enrique Peña Nieto y los gobernadores caminan rumbo al 2018, que mientras no levanten sus bonos seguirán siendo los principales aliados de López Obrador.
¡Y hasta la próxima!